Pensando en voz alta

A veces me gustaría que se pusieran en mi lugar... y se dieran cuenta de como me puedo sentir.
Siempre digo que los toros desde la barrera, se ven de diferente manera.
Y estamos acostumbrados a decir: "yo lo haría mejor". Pero sinceramente, la realidad es otra y tenemos que estar en la piel del otro, para saber como siente, sufre o padece las situaciones que le pone la vida.
Cuando quiero a una persona, lo hago desde lo más profundo de mi corazón.
Que es la única forma que entiendo de hacerlo.
Pero esta jodida sociedad, se encarga de marchitar a personas como yo, que van por la vida a tientas, intentando no herir a nadie.
No soy perfecta... ni lo pretendo.
Tengo muchísimos fallos como humana que soy. Pero si de algo estoy muy segura, es que sé pedir perdón. Si me equivoco, no dudes en que yo iré a tí y te diré: "perdóname, me equivoqué".
Pero a veces me cuesta entender, como la envidia, la falta de transparencia, la falsedad y tantos y tantos adjetivos, se quedan entre nosotros para complicarnos la existencia.
Estoy cansada de ser marioneta. ¿Acaso me vas a decir que no valgo más que eso?
No te confudas si ves que sonrio, tengo sentimientos y las cosas me afectan también.
Al igual que todo tiene un límite... considero que ahora es el momento de luchar por lo que quiero y de llevar las riendas de mi vida.
Quizás me quede en el intento... o quizás no. Aún es pronto para saberlo.
Pero quiero intentarlo.

No quiero quedarme a ver como termina el partido.
Quiero vivir mi propio juego.
Mover ficha... equivocarme, retroceder...
Caerme, lastimarme, levantarme, sonreir y seguir caminando.
Siempre le pedí a la vida, ser feliz.
¿Es mucho pedir?

Besos con sabor a... sinceridad.