26 jun 2013

El beso


Toco tu boca, con un dedo toco el borde de tu boca, voy dibujándola como si saliera de mi mano, como si por primera vez tu boca se entreabriera, y me basta cerrar los ojos para deshacerlo todo y recomenzar, hago nacer cada vez la boca que deseo, la boca que mi mano elige y te dibuja en la cara, una boca elegida entre todas, con soberana libertad elegida por mí para dibujarla con mi mano por tu cara, y que por un azar que no busco comprender coincide exactamente con tu boca que sonríe por debajo de la que mi mano te dibuja.

Me miras, de cerca me miras, cada vez más de cerca y entonces jugamos al cíclope, nos miramos cada vez más de cerca y nuestros ojos se agrandan, se acercan entre sí, se superponen y los cíclopes se miran, respirando confundidos, las bocas se encuentran y luchan tibiamente, mordiéndose con los labios, apoyando apenas la lengua en los dientes, jugando en sus recintos donde un aire pesado va y viene con un perfume viejo y un silencio. Entonces mis manos buscan hundirse en tu pelo, acariciar lentamente la profundidad de tu pelo mientras nos besamos como si tuviéramos la boca llena de flores o de peces, de movimientos vivos, de fragancia oscura. Y si nos mordemos el dolor es dulce, y si nos ahogamos en un breve y terrible absorber simultáneo del aliento, esa instantánea muerte es bella. Y hay una sola saliva y un solo sabor a fruta madura, y yo te siento temblar contra mí como una luna en el agua.


Julio Cortázar – Rayuela (capítulo 7)


7 jun 2013

Nos hicieron creer...

"Nos hicieron creer que el “gran amor”, sólo sucede una vez, generalmente antes de los 30 años. No nos contaron que el amor no es accionado, ni llega en un momento determinado.

Las personas crecen a través de la gente. Si estamos en buena compañía, es más agradable.

Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja, y que la vida sólo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad. No nos contaron que ya nacemos enteros, que nadie en la vida merece cargar en las espaldas, la responsabilidad de completar lo que nos falta.

Nos hicieron creer en una fórmula llamada "dos en uno": dos personas pensando igual, actuando igual, que era eso lo que funcionaba. No nos contaron que eso tiene nombre: anulación. Que sólo siendo individuos con personalidad propia, podremos tener una relación saludable.

Nos hicieron creer que el casamiento es obligatorio y que los deseos fuera de término, deben ser reprimidos.

Nos hicieron creer que los lindos y flacos son más amados. Nos hicieron creer que sólo hay una fórmula para ser feliz, la misma para todos, y los que escapan de ella están condenados a la marginalidad.

No nos contaron que estas fórmulas son equivocadas, frustran a las personas, son alienantes, y que podemos intentar otras alternativas.

¡Ah!, tampoco nos dijeron que nadie nos iba a decir todo esto... cada uno lo va a tener que descubrir solo. Y ahí, cuando estés muy enamorado de ti, vas a poder ser muy feliz y te vas a enamorar de alguien.
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor… aunque la violencia, se practica a plena luz del día...”

*Jhon Lennon*



6 jun 2013

Dos viajes necesarios y gratificantes

Todo empezó la noche del viernes 24 de mayo, cuando fui por sorpresa a Gran Canaria por el cumpleaños de mi hija la más pequeña.
Iba con los nervios de coger el avión (que a todo esto, odio volar). Las ganas que tenía de sorprender y de pasar unos días estupendos con los “míos”.

Conseguí mi objetivo en cuanto no supieron de mi viaje hasta el mismo momento.

El sábado por la mañana nos fuimos a comprar todo lo necesario para una fiesta infantil. O sea, una piñata con muchas golosinas, tarta, velas, regalos y muchas ganas de pasarlo bien.

Yo desde luego que así lo hice y creo que ellas también. Así que objetivo cumplido :D

El domingo lo dedicamos a manualidades varias. Pero sin duda nuestro pasatiempo favorito fue hacer “bisutería” con las tapas de agua de Teror.

La recompensa era reírse mucho. Y lo conseguimos.

Día 30 de Junio… a tan solo cuatro días de diferencia, cojo un tren con destino a Madrid.

Hablo con mi mejor amiga Soraya y lo disponemos todo para vernos después de ¿5 años?. Reconozco que estaba nerviosa, pero no tanto porque esta vez sería en tren.

Tenía que estar muy temprano en la estación. Así que fue casi levantarme y salir “pitando” de casa.

Para el trayecto me llevé el lector de libros y una bolsita cargada de ilusiones.

También vi a mi familia, gran parte de la cual hacía años que no veía. Fue muy emocionante el reencuentro.

Y después de soñar tanto tiempo con mi animal favorito, a mis 33 años, pude ver por fin a los OSOS PANDA

Fue un sueño hecho realidad, sin duda.

Así que entre un viaje y otro, yo volví a Sevilla con las pilas cargadas y con una sonrisa de oreja a oreja.

¡Gracias a las personas que me acogieron en ambos viajes!


Besos con sabor a… Gran Canaria y Madrid.