2 jul 2013

Subliminalmente


Hoy y después de tanto tiempo, he conectado con mi lado más zen, espiritual o pasota, o como quieras llamarlo.

Siempre digo que me da igual y después no es así. Pero palabrita que hoy si que sí y creo que por fin, tengo la dosis justa para que todo, absolutamente todo me de igual y no me haga daño.

¿Cómo lo conseguí? Pues dándome cuenta de que las personas que se preocupan por mí, tienen unos minutos para preguntarme: ¿Qué tal te va?
Yo los tengo, ¿porque tú no?

Y dicho esto... hoy, puedo decir alto, muy alto: ¡¡Me la refanfinfla!!
¡¡Así de claro!!

Besos con sabor a... indiferencia :D