3 mar 2015

Demasiadas preguntas y pocas respuestas

Tengo un día tonto y me han entrado esas dudas existenciales que alguna vez nos han hecho cuestionarlo todo.

No es la primera vez que hablo de mi queridísimo abuelo materno. A ese hombre que adoro (aunque ya no esté aquí) y echo tantísimo de menos...

Al recordarlo después de un largo tiempo siento la tristeza de su partida.
Se fue demasiado pronto y me dejó a medio hacer. Porque él, era todo para mi.
Me pregunté después de tantas veces, si hay un Dios o un ser todopoderoso que organiza o hace y deshace todo a su antojo.

Y las preguntas son las de siempre:

1. ¿Por qué sufrimos las personas más de la cuenta?
2. ¿Por qué muere gente inocente?
3. ¿Por qué hay tanta hambre en el mundo?
4. ¿Por qué existen las guerras?
5. ¿Por qué la gente MALA triunfa en la vida?
6. ¿Por qué los que tienen mucho, quieren más?
7. ¿Por qué no nacemos todos sanos?
8. ¿Por qué existe la envidia, los malos pensamientos, el racismo, la discriminación, la crueldad, los malos tratos?

Son muchas preguntas, ¿eh?
Pues a mi la única respuesta que me han dado al cabo de los años, es que el “señor” nos pone pruebas.

Y una dudilla que se me viene a la mente, (como diría Coque)... ¿qué han hecho los niños para tener una mala infancia? ¿o el hecho de haber nacido en un país rodeado de ruina?

¿¿Perdoooonaaaaa??

A veces sólo creo que debe haber algo así como el cielo y el infierno, porque me niego a que las buenas y las malas personas lleguen al mismo sitio después de pasar por la tierra.

Y la duda más grande que tengo, si hay un Dios, ser todopoderoso, etc... ¿Por qué “permite” que las personas se maten las unas a las otras, que haya catástrofes en el mundo y un sin fin de cosas que me llevaría un libro contarlas todas?

Y lo peor de todo es que aún no tengo respuestas.

Ojalá que egoístamente se acabe el día ya, para no preguntarme por qué tanta injusticia. Porque aunque quiera mirar para otro lado, todo esto sigue pasando tooooodoooos los días, mientras todos nosotros estamos sentados en nuestro sofá, con nuestras mantas calentitas, y viendo la tele. Y no, nosotros no tenemos la culpa, pero si existe “Dios”, ¿por qué todos no estamos en la misma situación?


Besos con sabor a... dudas


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