22 oct 2010

No lo dejes pasar... el tiempo es tuyo.

Cada amanecer es la oportunidad de cambiar aquello que no me gusta.

Pero las agujas del reloj se vuelven mis enemigas y me roban poco a poco la esperanza de recuperar aquello que dejo escapar.

No tengo prisa... sé que por cada puesta de sol, tengo 24 horas para perseguir mis sueños... para cambiar mi mundo...

Pero un día me levanto aburrida de luchar y alguien me recuerda que sigo viva y que sólo debo tener paciencia.
Porque tarde o temprano, todo llega, ¿no?

A veces la espera es interminable, qué duda cabe.
Pero no es más que una prueba del "tiempo" para mirar con lupa cada uno de nuestros sentimientos, nuestras actitudes...
Y en el fondo, no es más que una forma de probar del material que estamos hechos.
Y día a día yo demuestro que soy válida para seguir, para luchar, para hacerme más fuerte. ¿Y tú?

Cada instante cuenta, ¿lo has pensado?
Ese minuto que pasa, jamás volverá.

Pero todo vale... lloramos, reímos, amamos, odiamos, disfrutamos y cada cual, hace lo que puede por sobrevivir.
Nos equivocamos, nos arrepentimos, rectificamos, nos tropezamos, nos caemos, nos levantamos... Y así, una vez tras otra. Siempre lo mismo. Nada cambia.

Pero en mis manos está en llevarlo con una amplia sonrisa o en decir, "tiro la toalla".

Al fin y al cabo todo es cuestión de mentalizarse.
Y aprenderse de memoria que las cosas buenas se hacen esperar...

Besos con sabor a... NO tengas miedo, vive!



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