20 feb 2016

A un ángel...



Quisiera ser capaz de decir cuánto dolor siento y así sacar la rabia que llevo dentro y aliviar un poco este sentimiento de tristeza que me arrastra poco a poco hacia el desastre. 

Quizás sea esta cobardía la que no me deja pegar un grito y decir: 
¡¡CUÁNTO LO SIENTO!!

Me ahogo en lágrimas pensando una y otra vez, qué hubiera pasado si tú no hubieras ido a por todas. Te fuiste tan pronto... o era tu momento, no lo sé.
Sólo sé que no estaba preparada. Me cogiste desprevenida... y eso es tan injusto. Por ti, por mi, por los tuyos. Por todos los que te extrañamos, ¡¡Maldita sea!!

Tengo tantísimos recuerdos aquí guardados. Y esas horas por teléfono... ¿eh?
Ya nada es lo mismo. Y me encantaría creer que me ves, que me escuchas... pero es algo que no me consuela. Me haces muchísima falta aquí, conmigo.

Quiero contarte mis batallas, todas.  Los cotilleos. Lo que me inquieta, mis locuras (las que sólo tú entendías), porque estabas casi tan loca como yo. Mis miedos, mis anhelos. ¡¡TODO!!

Créeme si te digo, que una parte de mi se fue contigo. Y jamás seré la misma, porque tú eras mi alma gemela, mi niña...

Ahora sé que hay otro ángel en el cielo.

Te echo y te echaré muchísimo de menos siempre.

Te quiero.






No hay comentarios:

Publicar un comentario