La
amistad
es una relación afectiva entre dos o más personas. La
amistad es
una de las relaciones interpersonales más comunes que la mayoría de
las personas tienen en la vida.
La
amistad
se da en distintas etapas de la vida y en diferentes grados de
importancia y trascendencia. La
amistad
nace cuando las personas encuentran inquietudes comunes. Hay
amistades que nacen a los pocos minutos de relacionarse y otras que
tardan años en hacerlo.
Puede
haber relaciones “amistosas” donde interviene una persona y otro
tipo de “personalidad” como la forma de un animal. Por ejemplo,
algunas personas catalogan como amistad su relación con un perro. No
en vano a éste último se le conoce como “el mejor amigo del
hombre”.
Esta
es la definición corta que te ofrece la Wikipedia,
sobre la
amistad.
Ahora
va la mía...
Hay
amistades impuestas desde la infancia. (Es
amiga mía porque mi familia solía quedar con su familia).
Otras
amistades, las forjas tú con el paso del tiempo. (De
esas que te pegas mil años sin saber de esa persona y de repente,
sale de la nada y se ponen al día de la vida de cada cual. A
veces se van un tiempo o ya se quedan para siempre).
También
están las amistades
que se
hacen cuando pasas una época “chunga”. (Y cuando tu estado
cambia casi a “normal”, esa persona desaparece de la faz de la
tierra y no vuelves a saber de ella. También las llamo “Ángel
de la guarda”).
Y
las amistades de “por interés te quiero Andrés”. (Cuando
alguien, quien sea, ya sea por un favor, por dinero o por lo que sea,
aparece en tu vida y cuando obtiene lo que quiere, se va).
Y
por último, las amistades de toda la vida. (De las que me da igual
que se vayan o no. Porque sé que siempre podré contar con esa
persona. Esté yo bien o no).
Y
personalmente tengo una amistad así en mi vida. Engloba lo mejor de
las amistades. Desechando todo lo malo. No puedo “catalogarla” de
ninguna de las maneras.
Ha
estado ahí para escuchar cada palabra que le decía, soportando mis
penas y mis llantos, alegrándose por mis alegrías, mis logros y,
riñiéndome cuando lo
merecía.
Esa
amiga está para lo bueno y lo malo pese a la distancia.
Me
lo ha demostrado muchas veces y lo sigue haciendo a día de hoy.
¡¡Gracias,
Sory!!
Besos
con sabor a... amistad.
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